La relación entre el alcohol y el sexo es conocida desde hace tiempo. Sin embargo, este estudio elaborado en la Universidad de Florencia, no propone emborrachar a las mujeres o a los hombres, como vienen haciendo históricamente los seductores de medio pelo, sino beber vino de forma moderada diariamente con el fin de activar el organismo.

El estudio concluyó que las mujeres que beben entre una o dos copas de vino al día tenían más deseo sexual que las que bebían menos de una copa y la abstemias. En el estudio se excluyeron las mujeres que bebían más de dos copas al día de vino para evitar que el resultado del deseo sexual fuera consecuencia de la embriaguez y no de las cualidades beneficiosas del vino.

Es sabido que beber un vaso de vino al día –unido a una dieta mediterránea- favorece el sistema cardiocirculatorio y ayuda a retrasar el envejecimiento.

Una de las teorías para explicar los efectos beneficiosos del vino sobre el deseo sexual de las mujeres es que los componentes químicos del vino tinto, especialmente los taninos, aumentan el flujo sanguíneo hacia áreas estratégicas del cuerpo.

Pero no hay que confundirse porque, como dice el proverbio japonés, "Con la primera copa, el hombre bebe vino; con la segunda, el vino bebe al vino; con la tercera, el vino bebe al hombre."

Fuente: www.lamaletaroja.com