Mantén tu forma física sexual

En la televisión, algunos anuncios capitaneados por simpáticas y dicharacheras actrices algo más que maduras dan por supuesto que debemos asumirlo y que necesitamos la ayuda de pequeños salvaslips especiales antiolores e hiperdiscretos para sentirnos cómodas y felices. Nos piden resignación ante la incontinencia urinaria con una esplendorosa sonrisa porque "ya se sabe, es algo normal".

Al menos alguien habla de ello ante el silencio generalizado sobre este problema, aunque sea para ofrecernos un parche con el que llevar una "vida normal" o al menos discreta con nuestro problema.

¡Pero no! Lo que no nos cuentan es que podemos prevenir las pérdidas de orina y, de paso, obtener más placer y orgasmos más intensos, trabajando nuestro músculo del amor (la expresión poética que designa al músculo pubococcígeo o PC, el músculo más importante de los músculos del suelo pélvico).

La respuesta está en uno de los elementos de La Maleta Roja más enfocado hacia la salud: las bolas del amor o bolas chinas, que también pueden tener usos lúdicos.

Para mantener los músculos en forma, basta con llevarlas durante una hora 3 días a la semana; siempre mientras se está en movimiento, por ejemplo, haciendo las tareas del hogar, bailando o dando un pequeño paseo.

Las bolas, además de fortalecer la vagina y el músculo pubococcígeo, masajean la vagina y la estimulan al caminar con ellas puestas por lo que, sobre todo si se llevan en público (con la excitación extra que conlleva saber que tenemos un secreto que nadie conoce…), predisponen al sexo.

Plan de entrenamiento
El entrenamiento tiene que ser progresivo. El primer día nos las pondremos 5 minutos, el segundo 10, el tercero 15 y así sucesivamente, hasta que lleguemos a 1 hora con ellas puestas. Después, tres días a la semana es más que suficiente. Introduce las bolas usando siempre un lubricante con base acuosa.

Puedes incrementar la eficacia de tu plan de entrenamiento si, a la vez que usas las bolas, contraes y relajas repetidamente el músculo pubococcígeo. Empieza con pocas repeticiones y ve incrementando progresivamente el número, o bien, haces series completas de los diversos ejercicios de Kegel.
Si no estás segura de cuál es el músculo, detén la micción cuando estés orinando. El músculo que usas para hacerlo es el músculo pubococcígeo.

Recuerda que estás trabajando músculos por lo que el entrenamiento tiene que ser progresivo. Si no, sufrirás agujetas; lo notarás porque te dolerá una zona específica de la parte baja del abdomen. Es desagradable, pero no es preocupante.

Los músculos del suelo pélvico se debilitan por el embarazo y por el parto pero, también, por otras razones como una tendencia hereditaria, la obesidad, la menopausia, aguantarse con frecuencia las ganas de orinar…


La elección de las bolas
Es preferible que sean de un material hipoalergénico, como la silicona, y, sobre todo, que el material que une las dos bolas no sea un cordón téxtil porque puede convertirse fácilmente en un nido de bacterias y gérmenes.
Hay diversas posibilidades:
Las Bolas Pelvic Play 2 de La Maleta Roja; las bolas del amor de Fun Factory, todo un clásico y las Bolas Luna con cambio de peso, que permiten un entrenamiento progresivo con sus bolas de diferentes pesos que se pueden combinar de diversas formas gracias a un ingenioso sistema.

Beneficios del entrenamiento del suelo pélvico
Hablar de los problemas que puede causar un músculo del suelo pélvico débil no es un tema bonito ni agradable, pero no hablar de ello no hace que los problemas desaparezcan…
Para pensar en positivo, preferimos hablarte de los beneficios de entrenar diariamente los músculos del amor. Los resultados se verán al cabo de dos meses.

Elimina o evita la incontinencia debida al embarazo y al parto.
Evita la incontinencia ocasionada por la menopausia.
Ayuda a tener relaciones sexuales más placenteras.
Puede intensificar los orgasmos.
Facilita el parto al producirse menos desgarros y puede evitar una episiotomía
Previene la aparición de hemorroides.
Mantiene los órganos internos en su sitio (útero, vejiga, etc), y evita que se salgan después del parto.

Ejercicios de Kegel
Puedes practicarlos sin las bolas chinas, pero tu plan de entrenamiento amoroso será más efectivo y rápido si combinas las bolas con alguno o varios de estos ejercicios ya que están pensados para ejercitar los diversos músculos del suelo pélvico.
Respira pausadamente mientras realices los ejercicios y no uses los abdominales para hacerlos porque ese no es el objetivo.

Lento
Aprieta el músculo PC y mantenlo así mientras cuentas hasta cinco Relájalo y vuelve a contar hasta cinco. Repite diez veces. Aumenta progresivamente las repeticiones. Cuanto más tiempo aguantes la contracción de los músculos, más fuertes se harán.

Rápido
Aprieta y relaja los músculos tan rápidamente como puedas. Empieza con 10 repeticiones y ve subiendo el número.

Ejercicios avanzados:

El ascensor
La vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una encima de otra. Imagina que cada una es una planta y ve contrayéndolas de una en una. Antes de subir una nueva planta aguanta durante un segundo. En general, se pueden subir cuatro o cinco plantas.
Para bajar, realiza el recorrido al revés y aguanta un segundo antes de bajar a una nueva planta (es decir, de aflojar). Cuando llegues abajo, relaja la musculatura durante unos segundos.
Es un ejercicio que requiere bastante práctica y concentración. No obstante, a medida que lo vayas practicando irás mejorando.

La onda
Los músculos del suelo pélvico están dispuestos en forma de un ocho, aunque con tres anillos. Un anillo rodea la uretra; otro, la vagina, y el último está alrededor del ano. Contrae éstos músculos de delante a atrás y relájalos de atrás a delante.



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