El sexo anal forma parte del repertorio sexual de muchas parejas,
heterosexuales u homosexuales. Es una práctica que hasta hace poco era
tabú pero que, como hemos detectado en las reuniones de La Maleta Roja,
cada vez despierta más curiosidad y, también, un poco de morbo (o
mucho).
Las estadísticas indican que alrededor de un 20% de mujeres y hombres heterosexuales practican sexo anal, mientras que en la comunidad gay, el porcentaje se eleva al 50%.
No mencionaremos en este artículo a las personas que consideran el sexo anal un tabú o algo sucio. Este tema es sólo para las personas interesadas en el sexo anal.
Muchos hombres están deseando probarlo y algunas mujeres, también, aunque no saben bien cómo hacerlo o tienen miedo de que sea doloroso o peligroso. Tranquilos, el sexo anal bien hecho y con protección no tiene ningún riesgo para la salud.
Las cuatro primeras cosas que hay que saber antes de pensar siquiera en el sexo anal son:
que el ano es una zona muy sensible, que proporciona mucho placer;
que no debes hacerlo si en realidad no te apetece o no te llama la atención;
que no tiene por qué gustarte. Sobre gustos hay mucho escrito pero nada decidido: todos tenemos nuestros propios gustos sensuales y sexuales;
que hay que tratar la zona con mimo, cuidado y dedicación. ¡Suavidad!
Explorar la zona
Como el mismo deseo, el sexo anal requiere fraguarse poco a poco, al calor de la pasión, pero, también, de las atenciones y de la paciencia.
No es necesario (ni recomendable) empezar con el coito anal, sino que puedes pedirle a tu pareja que explore la zona o dejar que juguetee a su antojo. Hablad primero de vuestros deseos y de cómo llevarlos a cabo. Ante todo, antes de pasar a la acción hay que hacer algunos preparativos sencillos.
Suavidad, relajación, caricias, preparación
Ten a mano siempre un lubricante compatible con preservativos; además de que podéis jugar con él para crear caricias más estimulantes, ayudará a hacer más fáciles los juegos en la zona, que no tiene lubricación natural. Algunas opciones son un lubricante a base de silicona, que tiene tacto aterciopelado y cuyo efecto dura más tiempo, como Analyse Me, un sedoso lubricante específico que suaviza la zona y que hace maravillas ya que ayuda a dilatar, durante el sexo, el ano de forma natural.
Para plantearse cualquier juego anal es necesario que la mujer esté muy excitada y que, además, su pareja estimule manualmente el ano, poco a poco. Esto sirve para dilatar el esfínter anal. La palabra clave para estos juegos iniciales es masajear.
Después de llamar a la entrada con caricias muy acuosas (el lubricante tiene que estar a mano, insistimos), se puede plantear una pequeña visita en el "recibidor", por ejemplo de un dedo.
Todo el proceso tiene que ser lento, progresivo y paciente y el que acaricia tiene que estar atento tanto a las reacciones anímicas de su pareja como a la respuesta de su cuerpo, especialmente en la nueva zona que está estimulando.
Si la persona que recibe estas atenciones no está totalmente tranquila y relajada, el esfínter puede contraerse. También puede contraerse por su cuenta, porque tiene "vida propia".
A todo esto, hay que potenciar las manualidades y usar la otra mano para acariciar el clítoris, que debe ser siempre el gran atendido de todos los desarrollos sexuales.
También cabe la posibilidad de que pruebes tú misma (o tú mismo) antes de involucrar a tu compañero de cama en estos juegos traseros. Así ya no te enfrentarás al miedo a lo desconocido puesto que será algo que ya has experimentado...
Sola o en compañía, relájate. La tensión es la peor enemiga del sexo anal.
Si disfrutas esta breve (y corta en cuanto a su alcance) visita, tu partenaire puede intentar una introducción algo más profunda con su correspondiente movimiento de entrar o salir o un movimiento circular del dedo que resulta muy excitante. Poco a poco el ano aprenderá a aceptar a este "intruso" y a disfrutar de él.
Si las experiencias no son placenteras o, incluso son molestas, es el momento de parar y dejarlo para otra ocasión. O no, todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión.
Algunas personas, con un esfínter muy estrecho, pueden sentir algunas molestias, pero, en ningún caso, debe haber dolor.
Relájate. Relájate más, la clave está en estar tranquilo y a gusto.
No te apresures, no os apresuréis. Si es vuestra primera toma de contacto con los juegos anales, por esta vez está bien, aunque la combinación de estímulos haya llevado al receptor de las atenciones a un orgasmo de locura.
Escoge una buena postura
Para empezar con los juegos anales, una buena postura es que el miembro de la pareja que vaya a recibir este tipo de caricias se tumbe boca arriba y flexione las piernas hacia arriba de forma que deje expuesta sus zonas sensibles. Para este objetivo, puede poner un almohadón debajo de las caderas.
También es una buena postura para iniciarse en el coito anal.
Otra buena posición es que los amantes se tumben de lado, permite caricias en los pechos y en las zonas íntimas si el receptor abre un poco las piernas. También es una buena posición para la penetración.
La postura que más se asocia con el coito anal es la del perrito. Sin embargo, es una postura que permite una penetración profunda y una gran libertad de movimiento del hombre que pueden resultar incómodas o dolorosas.
Si el que se inicia en los juegos anales digitales se siente cómodo, es una posición que permite experimentar a placer.
¿Seguir un poco más?
Quizá en otro encuentro sexual os apetece probar un poco más. Después de seguir el proceso descrito anteriormente (siempre hay que ir poco a poco y con mucha ternura y suavidad), podéis probar a introducir otro dedo, con movimientos suaves. Abrir un poco los dedos –sin forzar- es una caricia placentera si va acompañada de movimientos circulares de los dedos. No debe haber dolor. Todas estas caricias ayudan a ensanchar un poco el esfínter y a acostumbrarlo a las caricias.
Una vez disfrutéis ambos (o tú a solas) de estos primeros juegos anales podéis jugar con un vibrador especial para principiantes, el Vibrating Power Beads
El Mini Tentación puede servir para algunos primeros juegos de toma de contacto, pero muchísimas clientas de La Maleta Roja cuentan que para iniciarse de verdad en el sexo anal un plug como Plug Vito junto con un lubricante a base de agua (los juguetes de silicona no pueden usarse con lubricantes de silicona) con una textura más rica, consistente y sedosa de lo habitual.
En el sexo anal nunca hay bases ya conquistadas ni se pueden saltar los pasos ni acelerar el proceso ni dar nada por supuesto. El placer anal requiere siempre preparación.
Quizá después de varias sesiones de estos juegos tan calientes, deseéis probar la penetración anal. Tranquilidad, suavidad. Relajaos y disfrutad.
La penetración tiene que ser siempre suave para que sea placentera.
Algunos preparativos sencillos.
-Antes de empezar con vuestra tórrida sesión: ve al lavabo. Si prevés sexo anal conviene que el canal esté lo más vacío posible.
-La higiene es fundamental. Lávate antes del encuentro (puedes desaparecer en el lavabo con cualquier excusa o si hay confianza podéis ducharos o bañaros juntos. Además, el baño ayudará a relajaros y a crear ambiente).
-Ten el lubricante en un lugar bien a mano. Usadlo con generosidad.
-Escoge una buena postura.
-Ten preservativos a mano también. El sexo anal es una práctica de mayor riesgo para la transmisión del Sida que el sexo vaginal. También hay riesgo de transmisión de ETS. En la penetración anal es mejor usar siempre preservativo pues en el conducto hay bacterias peligrosas.
-Toda la estimulación y las prácticas anales deben realizarse con cuidado y progresivamente. La brusquedad puede causar lesiones.
-Después del coito anal, cambiad el preservativo si vais a volver a la penetración vaginal. Tened cuidado de no usar los dedos que habéis insertado en el ano para tocar otras zonas.
-Si habéis hecho el coito anal sin preservativo, lavad el pene antes de seguir con cualquier otra práctica sexual sea penetración vaginal o sexo oral.
Fuente: Alicia Mirashi
Las estadísticas indican que alrededor de un 20% de mujeres y hombres heterosexuales practican sexo anal, mientras que en la comunidad gay, el porcentaje se eleva al 50%.
No mencionaremos en este artículo a las personas que consideran el sexo anal un tabú o algo sucio. Este tema es sólo para las personas interesadas en el sexo anal.
Muchos hombres están deseando probarlo y algunas mujeres, también, aunque no saben bien cómo hacerlo o tienen miedo de que sea doloroso o peligroso. Tranquilos, el sexo anal bien hecho y con protección no tiene ningún riesgo para la salud.
Las cuatro primeras cosas que hay que saber antes de pensar siquiera en el sexo anal son:
que el ano es una zona muy sensible, que proporciona mucho placer;
que no debes hacerlo si en realidad no te apetece o no te llama la atención;
que no tiene por qué gustarte. Sobre gustos hay mucho escrito pero nada decidido: todos tenemos nuestros propios gustos sensuales y sexuales;
que hay que tratar la zona con mimo, cuidado y dedicación. ¡Suavidad!
Explorar la zona
Como el mismo deseo, el sexo anal requiere fraguarse poco a poco, al calor de la pasión, pero, también, de las atenciones y de la paciencia.
No es necesario (ni recomendable) empezar con el coito anal, sino que puedes pedirle a tu pareja que explore la zona o dejar que juguetee a su antojo. Hablad primero de vuestros deseos y de cómo llevarlos a cabo. Ante todo, antes de pasar a la acción hay que hacer algunos preparativos sencillos.
Suavidad, relajación, caricias, preparación
Ten a mano siempre un lubricante compatible con preservativos; además de que podéis jugar con él para crear caricias más estimulantes, ayudará a hacer más fáciles los juegos en la zona, que no tiene lubricación natural. Algunas opciones son un lubricante a base de silicona, que tiene tacto aterciopelado y cuyo efecto dura más tiempo, como Analyse Me, un sedoso lubricante específico que suaviza la zona y que hace maravillas ya que ayuda a dilatar, durante el sexo, el ano de forma natural.
Para plantearse cualquier juego anal es necesario que la mujer esté muy excitada y que, además, su pareja estimule manualmente el ano, poco a poco. Esto sirve para dilatar el esfínter anal. La palabra clave para estos juegos iniciales es masajear.
Después de llamar a la entrada con caricias muy acuosas (el lubricante tiene que estar a mano, insistimos), se puede plantear una pequeña visita en el "recibidor", por ejemplo de un dedo.
Todo el proceso tiene que ser lento, progresivo y paciente y el que acaricia tiene que estar atento tanto a las reacciones anímicas de su pareja como a la respuesta de su cuerpo, especialmente en la nueva zona que está estimulando.
Si la persona que recibe estas atenciones no está totalmente tranquila y relajada, el esfínter puede contraerse. También puede contraerse por su cuenta, porque tiene "vida propia".
A todo esto, hay que potenciar las manualidades y usar la otra mano para acariciar el clítoris, que debe ser siempre el gran atendido de todos los desarrollos sexuales.
También cabe la posibilidad de que pruebes tú misma (o tú mismo) antes de involucrar a tu compañero de cama en estos juegos traseros. Así ya no te enfrentarás al miedo a lo desconocido puesto que será algo que ya has experimentado...
Sola o en compañía, relájate. La tensión es la peor enemiga del sexo anal.
Si disfrutas esta breve (y corta en cuanto a su alcance) visita, tu partenaire puede intentar una introducción algo más profunda con su correspondiente movimiento de entrar o salir o un movimiento circular del dedo que resulta muy excitante. Poco a poco el ano aprenderá a aceptar a este "intruso" y a disfrutar de él.
Si las experiencias no son placenteras o, incluso son molestas, es el momento de parar y dejarlo para otra ocasión. O no, todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión.
Algunas personas, con un esfínter muy estrecho, pueden sentir algunas molestias, pero, en ningún caso, debe haber dolor.
Relájate. Relájate más, la clave está en estar tranquilo y a gusto.
No te apresures, no os apresuréis. Si es vuestra primera toma de contacto con los juegos anales, por esta vez está bien, aunque la combinación de estímulos haya llevado al receptor de las atenciones a un orgasmo de locura.
Escoge una buena postura
Para empezar con los juegos anales, una buena postura es que el miembro de la pareja que vaya a recibir este tipo de caricias se tumbe boca arriba y flexione las piernas hacia arriba de forma que deje expuesta sus zonas sensibles. Para este objetivo, puede poner un almohadón debajo de las caderas.
También es una buena postura para iniciarse en el coito anal.
Otra buena posición es que los amantes se tumben de lado, permite caricias en los pechos y en las zonas íntimas si el receptor abre un poco las piernas. También es una buena posición para la penetración.
La postura que más se asocia con el coito anal es la del perrito. Sin embargo, es una postura que permite una penetración profunda y una gran libertad de movimiento del hombre que pueden resultar incómodas o dolorosas.
Si el que se inicia en los juegos anales digitales se siente cómodo, es una posición que permite experimentar a placer.
¿Seguir un poco más?
Quizá en otro encuentro sexual os apetece probar un poco más. Después de seguir el proceso descrito anteriormente (siempre hay que ir poco a poco y con mucha ternura y suavidad), podéis probar a introducir otro dedo, con movimientos suaves. Abrir un poco los dedos –sin forzar- es una caricia placentera si va acompañada de movimientos circulares de los dedos. No debe haber dolor. Todas estas caricias ayudan a ensanchar un poco el esfínter y a acostumbrarlo a las caricias.
Una vez disfrutéis ambos (o tú a solas) de estos primeros juegos anales podéis jugar con un vibrador especial para principiantes, el Vibrating Power Beads
El Mini Tentación puede servir para algunos primeros juegos de toma de contacto, pero muchísimas clientas de La Maleta Roja cuentan que para iniciarse de verdad en el sexo anal un plug como Plug Vito junto con un lubricante a base de agua (los juguetes de silicona no pueden usarse con lubricantes de silicona) con una textura más rica, consistente y sedosa de lo habitual.
En el sexo anal nunca hay bases ya conquistadas ni se pueden saltar los pasos ni acelerar el proceso ni dar nada por supuesto. El placer anal requiere siempre preparación.
Quizá después de varias sesiones de estos juegos tan calientes, deseéis probar la penetración anal. Tranquilidad, suavidad. Relajaos y disfrutad.
La penetración tiene que ser siempre suave para que sea placentera.
Algunos preparativos sencillos.
-Antes de empezar con vuestra tórrida sesión: ve al lavabo. Si prevés sexo anal conviene que el canal esté lo más vacío posible.
-La higiene es fundamental. Lávate antes del encuentro (puedes desaparecer en el lavabo con cualquier excusa o si hay confianza podéis ducharos o bañaros juntos. Además, el baño ayudará a relajaros y a crear ambiente).
-Ten el lubricante en un lugar bien a mano. Usadlo con generosidad.
-Escoge una buena postura.
-Ten preservativos a mano también. El sexo anal es una práctica de mayor riesgo para la transmisión del Sida que el sexo vaginal. También hay riesgo de transmisión de ETS. En la penetración anal es mejor usar siempre preservativo pues en el conducto hay bacterias peligrosas.
-Toda la estimulación y las prácticas anales deben realizarse con cuidado y progresivamente. La brusquedad puede causar lesiones.
-Después del coito anal, cambiad el preservativo si vais a volver a la penetración vaginal. Tened cuidado de no usar los dedos que habéis insertado en el ano para tocar otras zonas.
-Si habéis hecho el coito anal sin preservativo, lavad el pene antes de seguir con cualquier otra práctica sexual sea penetración vaginal o sexo oral.
Fuente: Alicia Mirashi
El 36% de los encuestados que participaron en un
estudio de Retrovo.com, una página web estadounidense dedicada a la
venta electrónica, afirman que tras una relación sexual envían un tweet.
Parece que los modernos romeos y julietas han sustituido el tradicional cigarrillo de después por un tweet. Especialmente los hombres, que duplican a las mujeres que han adquirido este nuevo ritual tecnológico-amoroso.
Algunos se dejan llevar y, ya puestos, comprueban su Facebook.
Según el estudio, los usuarios de iPhone son tres veces más propensos al tweet como culminación de una velada sexual que los devotos de la BlackBerry.
En el caso de los mayores de 35 años, sólo un 8% afirmó que habían enviado un tweet después de consumar una ceremonia amorosa.
¿Qué decir en 140 caracteres después del sexo?
Mayoritariamente, los twitteadores precoces que no pueden esperar ni a despedirse de su cita para enviar mensajes alardean de sus hazañas sexuales, de un encuentro sexual particularmente intenso y emocionante, de alguno de los momentos cumbre de éste o de que han conquistado a alquien que ni ellos mismos se creen que haya caído entre sus brazos.
Tecnología en todo momento
La tecnología y las redes sociales forman ya parte casi indisoluble de los más jóvenes. El informe de Retrovo.com también desveló que el el 34% de los menores de 35 años (frente al 9% de los mayores de 35) suele actualizar sus sitios favoritos durante una cita, y que el 40% lo hace mientras conduce.
Quejas por el antes
Si bien los pacientes de los sexólogos afirman que este nuevo ritual que sustituye al cigarrillo no les molesta, lo que sí encuentran bastante irritante es el momento anterior a la pasión cuando su pareja, normalmente el hombre, se entretiene con el ordenador, ya sea consultando el correo o mirando páginas pornográficas para ambientarse y no acaba de llegar a la cama nunca...
Curiosamente, los que dejan esperando a la mujer sentada e impaciente al borde de la cama no son precisamente los más jóvenes.
Por otro lado, aunque de momento no haya quejas por los tweets post, si antes las mujeres ya se sentían mal porque ellos no les hacían suficientes mimos después de compartir su intimidad y sus cuerpos, no hay garantías de que este precipitarse hacia el mundo, aunque sea de forma digital, no acabe pasando factura. Por lo menos antes, según muchas mujeres, ellos se limitaban a darse la vuelta y a dormirse, ahora corren a levantarse para comunicarse con sus seguidores con lo que la conexión post coito ya no es que se rompa sino que, directamente, se dinamita.
Esperemos también que los hombres twitteros no se apresuren a terminar el lance amoroso para poder contarlo lo antes posible porque, en ese caso, estamos listas.
Más o menos como los que viajan por el mundo con personas que sólo están pendientes de colgar las fotos del viaje en Facebook y de leer los comentarios.
Fuente: www.lamaletaroja.com
Parece que los modernos romeos y julietas han sustituido el tradicional cigarrillo de después por un tweet. Especialmente los hombres, que duplican a las mujeres que han adquirido este nuevo ritual tecnológico-amoroso.
Algunos se dejan llevar y, ya puestos, comprueban su Facebook.
Según el estudio, los usuarios de iPhone son tres veces más propensos al tweet como culminación de una velada sexual que los devotos de la BlackBerry.
En el caso de los mayores de 35 años, sólo un 8% afirmó que habían enviado un tweet después de consumar una ceremonia amorosa.
¿Qué decir en 140 caracteres después del sexo?
Mayoritariamente, los twitteadores precoces que no pueden esperar ni a despedirse de su cita para enviar mensajes alardean de sus hazañas sexuales, de un encuentro sexual particularmente intenso y emocionante, de alguno de los momentos cumbre de éste o de que han conquistado a alquien que ni ellos mismos se creen que haya caído entre sus brazos.
Tecnología en todo momento
La tecnología y las redes sociales forman ya parte casi indisoluble de los más jóvenes. El informe de Retrovo.com también desveló que el el 34% de los menores de 35 años (frente al 9% de los mayores de 35) suele actualizar sus sitios favoritos durante una cita, y que el 40% lo hace mientras conduce.
Quejas por el antes
Si bien los pacientes de los sexólogos afirman que este nuevo ritual que sustituye al cigarrillo no les molesta, lo que sí encuentran bastante irritante es el momento anterior a la pasión cuando su pareja, normalmente el hombre, se entretiene con el ordenador, ya sea consultando el correo o mirando páginas pornográficas para ambientarse y no acaba de llegar a la cama nunca...
Curiosamente, los que dejan esperando a la mujer sentada e impaciente al borde de la cama no son precisamente los más jóvenes.
Por otro lado, aunque de momento no haya quejas por los tweets post, si antes las mujeres ya se sentían mal porque ellos no les hacían suficientes mimos después de compartir su intimidad y sus cuerpos, no hay garantías de que este precipitarse hacia el mundo, aunque sea de forma digital, no acabe pasando factura. Por lo menos antes, según muchas mujeres, ellos se limitaban a darse la vuelta y a dormirse, ahora corren a levantarse para comunicarse con sus seguidores con lo que la conexión post coito ya no es que se rompa sino que, directamente, se dinamita.
Esperemos también que los hombres twitteros no se apresuren a terminar el lance amoroso para poder contarlo lo antes posible porque, en ese caso, estamos listas.
Más o menos como los que viajan por el mundo con personas que sólo están pendientes de colgar las fotos del viaje en Facebook y de leer los comentarios.
Fuente: www.lamaletaroja.com
Los últimos años se ha incrementado considerablemente el número de
intervenciones estéticas genitales femeninas. Aunque, a pesar de estar
en boga la última década, sigue siendo una cirugía muy desconocida.
¿Cuántas mujeres podemos dibujar nuestros genitales correctamente? Nunca se les ha prestado atención. No se ha estudiado las diferencias que puede haber entre unos y otros, por lo que nos guiamos por unos ideales.
¿Qué tipo de intervenciones se demandan? Suele ser una cirugía de los genitales externos cuyo fin es mejorar la estética o funcionalidad de los genitales, tanto femeninos como masculinos. En el caso femenino, conocido popularmente como, el rejuvenecimiento vaginal. Que abarca tres aspectos: cirugía de los labios mayores y menores (ninfectomía o labioplastia) y liposucción del pubis.
También se realizan vaginoplastias o estrechamientos vaginales, que consiste en mejorar el tono muscular, la elasticidad y control de la vagina. Desde un punto de vista sexual, tras lo partos o la edad se pierde esta elasticidad, así después de la intervención, se consigue reducir el espacio interior por lo que las relaciones sexuales son más placenteras. La reconstrucción del himen o amplificación del punto G, son otras de las solicitadas.
En cuanto a temas más estéticos, también se trabaja el blanqueamiento de la zona genital, de por sí la diferencia de tono es normal, aunque está empezando a solicitarse la despigmentación. Del mismo modo, cada vez es más habitual, la depilación láser para dejar al descubierto la vulva.
Hace unos meses, se conoció el dato de que en Reino Unido, este tipo de intervenciones se estaba haciendo muy popular entre las adolescentes. En cambio, es España, el perfil es el de una mujer de 25 a 40 años, soltera.
¿A qué se debe este incipiente interés por la cirugía genital? Se piensa que los culpables son la publicidad y el porno ya que en muchos casos no hay ninguna enfermedad que deba tratarse de forma quirúrgica.
Quedémonos con lo positivo y es que las vulvas ya no nos dan tanto miedo y les prestamos atención. Eso sí, seamos conscientes y analicemos los posibles riesgos a los que nos enfrentamos.
Texto extraído del Blog Vivelsexo
¿Cuántas mujeres podemos dibujar nuestros genitales correctamente? Nunca se les ha prestado atención. No se ha estudiado las diferencias que puede haber entre unos y otros, por lo que nos guiamos por unos ideales.
¿Qué tipo de intervenciones se demandan? Suele ser una cirugía de los genitales externos cuyo fin es mejorar la estética o funcionalidad de los genitales, tanto femeninos como masculinos. En el caso femenino, conocido popularmente como, el rejuvenecimiento vaginal. Que abarca tres aspectos: cirugía de los labios mayores y menores (ninfectomía o labioplastia) y liposucción del pubis.
También se realizan vaginoplastias o estrechamientos vaginales, que consiste en mejorar el tono muscular, la elasticidad y control de la vagina. Desde un punto de vista sexual, tras lo partos o la edad se pierde esta elasticidad, así después de la intervención, se consigue reducir el espacio interior por lo que las relaciones sexuales son más placenteras. La reconstrucción del himen o amplificación del punto G, son otras de las solicitadas.
En cuanto a temas más estéticos, también se trabaja el blanqueamiento de la zona genital, de por sí la diferencia de tono es normal, aunque está empezando a solicitarse la despigmentación. Del mismo modo, cada vez es más habitual, la depilación láser para dejar al descubierto la vulva.
Hace unos meses, se conoció el dato de que en Reino Unido, este tipo de intervenciones se estaba haciendo muy popular entre las adolescentes. En cambio, es España, el perfil es el de una mujer de 25 a 40 años, soltera.
¿A qué se debe este incipiente interés por la cirugía genital? Se piensa que los culpables son la publicidad y el porno ya que en muchos casos no hay ninguna enfermedad que deba tratarse de forma quirúrgica.
Quedémonos con lo positivo y es que las vulvas ya no nos dan tanto miedo y les prestamos atención. Eso sí, seamos conscientes y analicemos los posibles riesgos a los que nos enfrentamos.
Texto extraído del Blog Vivelsexo
Los motivos para desear una sesión de pasión sin compromisos ni ataduras son muchos.
Nuestra clasificación, divertida e inspiradora, esta elaborada a partir de conceptos como las razones por las que se desea o surge una velada de sexo y/o intimidad, la ocasión y oportunidad, las circunstancias, el estado sentimental, las experiencias y opiniones de las mujeres y una clasificación realizada por un estudio sobre el sexo en los tiempos modernos.
Hemos encontrado 19 tipos, aunque seguro que hay más, ¿Cuál es el tuyo o tuyos?
1. Sexo caramelo
Los dos estáis en un buen momento, tenéis claro que no queréis compromisos –no porque tenéis el corazón destrozado por otro sino porque en este momento cada uno está bien consigo mismo-, compartís la buena onda... y surge.
Ya se sabe, a nadie le amarga un dulce sobre todo si los dos estáis en la misma sintonía de felicidad y despreocupación.
Es el sexo que se vive en el presente, sin pensamientos sobre si puede haber una relación o no y sin preocuparse para nada del futuro.
2. Sexo nostálgico
Es el encuentro con la ex pareja. Tiene la ventaja de que, al fin y al cabo, te conoce y sabe darte placer. La parte negativa puede ser que si uno de los dos no está totalmente desenganchado del otro, puede tener una recaída en sus sentimientos.
Si los dos tenéis una recaída y decidís intentarlo de nuevo, volveréis a caer en la misma trampa que os llevó al fin.
3. Sexo carroñero
Ligar en los locales de moda está genial. Si el encuentro se produce a partir de las tres de la mañana, seguramente cuando abras los ojos y te lo encuentres a tu lado gritarás y tendrás ganas de salir corriendo. Hazlo mientras puedas...
4. Sexo con premeditación y alevosía
Quedas con alguien que has conocido y con el que coqueteas a través de Facebook, Meetic o cualquier otro medio de Internet (jamás tuvimos tantas oportunidades como ahora de conocer hombres y escoger...!!!). En la mente de los dos está claro lo que puede pasar si os gustáis. Aun así, haz que se lo trabaje y te agasaje y flirtea a discreción con él.
5. Sexo prohibido
Uno de los dos (o los dos) está casado y no quiere dejar su relación pero necesita un plus de emoción y novedad.
Ser "la otra”"(siempre y cuando no aspires a convertirte en la primera) tiene sus ventajas. El acicate del riesgo y de lo prohibido pueden ser muy sexys...
6. Sexo sopita para el alma
Tu autoestima está un poco baja, has tenido un mal día, tienes mal de amores o la vida te trata mal… Y aparece él, sea quien sea, con una sonrisa.
Déjate mimar, muéstrate tierna para seducirle y para darle las claves hacia ti y que te dé sexo-cariño. No obstante, bajo ningún concepto empieces a contarle todas tus desgracias si no quieres arruinar el momento. Sí puedes mostrarte vulnerable y decirle que tienes un mal día para despertar su parte protectora y que te mime.
7. Sexo salvación
O sexo de última hora. Es cuando recurres a ese amigante (amigo amante) o ami-roce o cuando él te llama para quedar a última hora.
Es sexo del bueno que funciona y los dos tenéis la suficiente confianza como para llamar en cualquier momento y que el otro no se piense que le están intentando atrapar o que le utilizan, ¿verdad????
8. Sexo asignatura pendiente
Si alguna vez coincides con ese novio de la adolescencia con el que nunca llegaste a nada o con ese hombre que te gustaba pero estaba casado y ahora está libre, o con el chico que te gustaba en la facultad y sólo te miraba como amiga o con tu amor platónico... Es el momento de cerrar el tema.
Si tus expectativas son altas, puedes sufrir una decepción
9. Sexo salvaje
Es el sexo que nos libera por sorpresa de nuestras limitaciones y tabús. De repente, te encuentras a ti misma besando apasionadamente a un hombre atractivo en cualquier lugar público y sabes que vas a ir a más y que incluso podrías hacerlo con él ahí mismo.
Nunca lo habías hecho antes, quizá nunca lo vuelvas a hacer, quizá siempre has sido seria y modosita... pero...
Felicidades, ¡has encontrado al hombre que es físicamente tu media naranja! El hombre con feromonas complementarias a las tuyas.
Cuidado, ¡no confundas esa pasión que te nubla los sentidos con el amor!
10. "Amor" con fecha de caducidad
Es el sexo-relación que se disfruta con un amigo con el que estás bien, pero, por las razones que sea, no puede haber una relación.
Los dos sabéis que lo vuestro durará hasta que el otro encuentre el amor... y os parece bien.
Tienes muchas de las ventajas de tener pareja, como una cierta estabilidad y alguien en quien confiar, pero sin los inconvenientes como pueden ser ser fiel, dar explicaciones de a dónde vas, tener la "obligación" de quedar los fines de semana, conocer a su familia y que te caiga bien o acompañarle en sus hobbies... etc.
11. Sexo con amor... unilateral
En principio, quedó claro que lo vuestro era sólo físico. Si él se cuelga, francamente, es su problema.
Si eres tú la que está empezando a sentir algo por él, desmárcate, no le vas a hacer cambiar de opinión. Quizá es el momento de diversificar y buscar un nuevo admirador (o dos...).
12. Sexo revisitado
Tuviste una cita con noche de pasión con un hombre y la experiencia te marcó. Vuelves a coincidir, es el momento de un buen Deja Vu.
Si lo que te marcó fue el hombre y siempre quisiste que él se enamorara de ti y tuvieráis una relación, déjalo correr.
13. Sexo helado de chocolate
Es el sexo que ocurre cuando quieres pasar página y conjurar el recuerdo de tu ex novio con el que has roto recientemente o cuando, simplemente, quieres probar algo nuevo después de una relación larga que ha terminado.
14. Sexo por despecho
Es el mismo caso que el anterior pero cuando todavía se está en pareja y las cosas no van bien o el que se supone tu amor te ha hecho daño o te la ha jugado.
Gestiona bien tus emociones y sentimientos y, sobre todo, ¡no lo confieses jamás a tu novio!!!
15. Sexo compasión
Nada que ver con el sexo con pasión. Quizá él es un hombre que ha estado enamorado de ti y nunca le has prestado atención. No te resultaba muy atractivo, pero te ha pillado en un momento vulnerable y... acabas entre sus brazos.
Si es así, no queda muy claro quien siente compasión de quien...
16. Sexo complemento circunstancial
Una buena noticia, un momento feliz, el entusiasmo en un concierto, un día perfecto te hacen sentir sexy y feliz y, simplemente, pasa.
17. Sexo repostaje
O sexo escala técnica. Vas por la calle y, por casualidad, estás cerca de casa de ese amigo con derecho a roce. Llamas a su puerta, está y... ¡sorpresa!
18. Sexo Touch and go
Tienes un encuentro apasionado, premeditado o espontáneo, y te vas a tus asuntos al terminar porque "es una lástima, pero no puedo quedarme".
19. Sexo odio
Todo empieza con una discusión o varias. Él es el hombre que te saca de quicio. No obstante, ya se sabe que el odio es una gran pasión y que entre el amor y el odio la frontera es muy tenue... ¡Disfrútalo y odíalo/ámalo esa noche con toda tu pasión!
Fuente: Alicia Misrahi. Blog: Vida, amor y sexo
Nuestra clasificación, divertida e inspiradora, esta elaborada a partir de conceptos como las razones por las que se desea o surge una velada de sexo y/o intimidad, la ocasión y oportunidad, las circunstancias, el estado sentimental, las experiencias y opiniones de las mujeres y una clasificación realizada por un estudio sobre el sexo en los tiempos modernos.
Hemos encontrado 19 tipos, aunque seguro que hay más, ¿Cuál es el tuyo o tuyos?
1. Sexo caramelo
Los dos estáis en un buen momento, tenéis claro que no queréis compromisos –no porque tenéis el corazón destrozado por otro sino porque en este momento cada uno está bien consigo mismo-, compartís la buena onda... y surge.
Ya se sabe, a nadie le amarga un dulce sobre todo si los dos estáis en la misma sintonía de felicidad y despreocupación.
Es el sexo que se vive en el presente, sin pensamientos sobre si puede haber una relación o no y sin preocuparse para nada del futuro.
2. Sexo nostálgico
Es el encuentro con la ex pareja. Tiene la ventaja de que, al fin y al cabo, te conoce y sabe darte placer. La parte negativa puede ser que si uno de los dos no está totalmente desenganchado del otro, puede tener una recaída en sus sentimientos.
Si los dos tenéis una recaída y decidís intentarlo de nuevo, volveréis a caer en la misma trampa que os llevó al fin.
3. Sexo carroñero
Ligar en los locales de moda está genial. Si el encuentro se produce a partir de las tres de la mañana, seguramente cuando abras los ojos y te lo encuentres a tu lado gritarás y tendrás ganas de salir corriendo. Hazlo mientras puedas...
4. Sexo con premeditación y alevosía
Quedas con alguien que has conocido y con el que coqueteas a través de Facebook, Meetic o cualquier otro medio de Internet (jamás tuvimos tantas oportunidades como ahora de conocer hombres y escoger...!!!). En la mente de los dos está claro lo que puede pasar si os gustáis. Aun así, haz que se lo trabaje y te agasaje y flirtea a discreción con él.
5. Sexo prohibido
Uno de los dos (o los dos) está casado y no quiere dejar su relación pero necesita un plus de emoción y novedad.
Ser "la otra”"(siempre y cuando no aspires a convertirte en la primera) tiene sus ventajas. El acicate del riesgo y de lo prohibido pueden ser muy sexys...
6. Sexo sopita para el alma
Tu autoestima está un poco baja, has tenido un mal día, tienes mal de amores o la vida te trata mal… Y aparece él, sea quien sea, con una sonrisa.
Déjate mimar, muéstrate tierna para seducirle y para darle las claves hacia ti y que te dé sexo-cariño. No obstante, bajo ningún concepto empieces a contarle todas tus desgracias si no quieres arruinar el momento. Sí puedes mostrarte vulnerable y decirle que tienes un mal día para despertar su parte protectora y que te mime.
7. Sexo salvación
O sexo de última hora. Es cuando recurres a ese amigante (amigo amante) o ami-roce o cuando él te llama para quedar a última hora.
Es sexo del bueno que funciona y los dos tenéis la suficiente confianza como para llamar en cualquier momento y que el otro no se piense que le están intentando atrapar o que le utilizan, ¿verdad????
8. Sexo asignatura pendiente
Si alguna vez coincides con ese novio de la adolescencia con el que nunca llegaste a nada o con ese hombre que te gustaba pero estaba casado y ahora está libre, o con el chico que te gustaba en la facultad y sólo te miraba como amiga o con tu amor platónico... Es el momento de cerrar el tema.
Si tus expectativas son altas, puedes sufrir una decepción
9. Sexo salvaje
Es el sexo que nos libera por sorpresa de nuestras limitaciones y tabús. De repente, te encuentras a ti misma besando apasionadamente a un hombre atractivo en cualquier lugar público y sabes que vas a ir a más y que incluso podrías hacerlo con él ahí mismo.
Nunca lo habías hecho antes, quizá nunca lo vuelvas a hacer, quizá siempre has sido seria y modosita... pero...
Felicidades, ¡has encontrado al hombre que es físicamente tu media naranja! El hombre con feromonas complementarias a las tuyas.
Cuidado, ¡no confundas esa pasión que te nubla los sentidos con el amor!
10. "Amor" con fecha de caducidad
Es el sexo-relación que se disfruta con un amigo con el que estás bien, pero, por las razones que sea, no puede haber una relación.
Los dos sabéis que lo vuestro durará hasta que el otro encuentre el amor... y os parece bien.
Tienes muchas de las ventajas de tener pareja, como una cierta estabilidad y alguien en quien confiar, pero sin los inconvenientes como pueden ser ser fiel, dar explicaciones de a dónde vas, tener la "obligación" de quedar los fines de semana, conocer a su familia y que te caiga bien o acompañarle en sus hobbies... etc.
11. Sexo con amor... unilateral
En principio, quedó claro que lo vuestro era sólo físico. Si él se cuelga, francamente, es su problema.
Si eres tú la que está empezando a sentir algo por él, desmárcate, no le vas a hacer cambiar de opinión. Quizá es el momento de diversificar y buscar un nuevo admirador (o dos...).
12. Sexo revisitado
Tuviste una cita con noche de pasión con un hombre y la experiencia te marcó. Vuelves a coincidir, es el momento de un buen Deja Vu.
Si lo que te marcó fue el hombre y siempre quisiste que él se enamorara de ti y tuvieráis una relación, déjalo correr.
13. Sexo helado de chocolate
Es el sexo que ocurre cuando quieres pasar página y conjurar el recuerdo de tu ex novio con el que has roto recientemente o cuando, simplemente, quieres probar algo nuevo después de una relación larga que ha terminado.
14. Sexo por despecho
Es el mismo caso que el anterior pero cuando todavía se está en pareja y las cosas no van bien o el que se supone tu amor te ha hecho daño o te la ha jugado.
Gestiona bien tus emociones y sentimientos y, sobre todo, ¡no lo confieses jamás a tu novio!!!
15. Sexo compasión
Nada que ver con el sexo con pasión. Quizá él es un hombre que ha estado enamorado de ti y nunca le has prestado atención. No te resultaba muy atractivo, pero te ha pillado en un momento vulnerable y... acabas entre sus brazos.
Si es así, no queda muy claro quien siente compasión de quien...
16. Sexo complemento circunstancial
Una buena noticia, un momento feliz, el entusiasmo en un concierto, un día perfecto te hacen sentir sexy y feliz y, simplemente, pasa.
17. Sexo repostaje
O sexo escala técnica. Vas por la calle y, por casualidad, estás cerca de casa de ese amigo con derecho a roce. Llamas a su puerta, está y... ¡sorpresa!
18. Sexo Touch and go
Tienes un encuentro apasionado, premeditado o espontáneo, y te vas a tus asuntos al terminar porque "es una lástima, pero no puedo quedarme".
19. Sexo odio
Todo empieza con una discusión o varias. Él es el hombre que te saca de quicio. No obstante, ya se sabe que el odio es una gran pasión y que entre el amor y el odio la frontera es muy tenue... ¡Disfrútalo y odíalo/ámalo esa noche con toda tu pasión!
Fuente: Alicia Misrahi. Blog: Vida, amor y sexo
Cuanto más conocemos nuestro cuerpo más sencillo nos resulta conseguir placer.
A las mujeres, por norma general, nos cuesta masturbarnos o como mínimo
reconocerlo. En los hombres, es al contrario, conocen al milímetro su
pene y saben cuándo van a eyacular. De todas las complejidades del sexo,
la eyaculación masculina, es una. Bajo un punto de vista femenino, no
es tanto la eyaculación como el mantener más tiempo la erección. Algo
que va bastante ligado.
A muchos hombres les causa cierta angustia y a muchas de nosotras, también. Me refiero a una eyaculación antes de lo previsto o deseado, sin ser eyaculación precoz. ¿Cómo podemos hacer que el sexo sea más placentero y controlar mejor la eyaculación, consiguiendo así el pene erecto por más tiempo?
Una opción son los masajes. ¿Recordáis el capítulo de Sex and the City en el que Charlotte invita a las chicas a una charla con una gurú del sexo? La actividad consiste en dar un placentero masaje al hombre hasta que eyacula. La finalidad de Charlotte no era simplemente la de otorgar placer a su pareja, pero quedémonos con la imagen con el masaje. En otra ocasión, Samantha se “encapricha” de su monitor de yoga. Él le dice que no puede mantener sexo convencional puesto que practica el tantra. Ella decide aprender sobre el tema, él le explica los beneficios del control de la energía y que consigue un placer inmenso, dejando de lado las penetraciones y la eyaculación.
La idea que todos tenemos a priori sobre el tantra es de gran placer. Es una práctica milenaria de origen oriental. El pilar del tantra es la erección. En el tantra la respiración debe ser pausada, la penetración suave, sin prisas y posponiendo la eyaculación, en la medida de lo posible. Es importante que tengamos claro que la premisa final no debe ser el orgasmo. El premio es todo lo que lo acompaña, todo aquello que sucede antes y después. El objetivo del tantra es llegar al éxtasis en sesiones de tres horas. Jugar con toda esa energía y todas esas sensaciones que nos arrastran más allá de los límites conocidos. Imagina como vives la excitación de uno de tus habituales encuentros. Perfecto. Multiplícalo por varias horas.
Se habla de que parte del éxito reciente y que se llenen páginas respecto a cómo conseguir erecciones más duraderas viene dado del ritmo de vida al que estamos sometidos. Por el cual cada vez buscamos pequeños refugios de paz y de autenticidad. El ambiente en el que estemos cobra especial importancia, debe ser cómodo, invitar a la relajación, una iluminación cuidada y cerciorarse de no tener interrupciones.
El contacto con la pareja y la estimulación erógena es esencial, evitando siempre la estimulación genital. Besos y caricias únicamente hasta llegar a la penetración. Llegado a este punto, los movimientos serán mínimos para poder sentir los cuerpos unidos. Cuando el hombre note la eyaculación cercana deberá respirar para retrasar al máximo el momento. Realmente es complicado y a parte de un control absoluto de la respiración la musculatura implicada también tiene una gran responsabilidad.
Hablamos del lingam o representación del dios Shivá, relacionado con el falo. Por lo tanto, el pene. Así el pene y no es solamente la parte visible, sino que la musculatura púbica que lo sostiene e incluso el lingam llega un poco más hacia dentro, hacia la próstata y el ano. Se extiende desde la punta hasta el lugar en que se une a los testículos. En realidad, continúa a través de los testículos, siete centímetros y acaba en el ano. Durante las relaciones, estos siete centímetros responden de la misma manera que el resto del lingam, se hinchan y se hacen duros y extremadamente sensibles a la estimulación.
Cuando el lingam se eleva es porque está copado de sangre y ésta es retenida en el órgano por la contracción de los músculos compresores y eyaculadores, así mantienen la erección. Después de la eyaculación, los músculos se relajan, la sangre vuelve a su lugar y el lingam se ablanda. Estos músculos bulboesponjosos hacen que el pene se endurezca tirando de él hacia adelante y hacia arriba. Cuanto más potentes sean, más enérgica será la elevación. Además como envuelven la base, ayudan a retener la sangre en el pene, por lo que mantienen la erección. El tantra busca y trabaja fortalecer estos músculos. Y la forma de hacerlo es haciendo ejercicio.
Los ejercicios son similares a los que podemos hacer las mujeres. Lo primero es tomar conciencia de todos e ir contrayéndolos. Intentar hacerlo por separado. Jugar con el esfínter anal, con el perineo y con los del lingam. Se pueden hacer en cualquier parte, en cualquier momento. Con la práctica puede llegar a disociarse el movimiento de unos y otros.
Ahora que ya tenemos claras cuáles son las bases del tantra y cómo funciona el pene, vamos a desmitificar algunas cosas. El objetivo es llegar al éxtasis retardando la eyaculación. Retardar no significa eliminar. Es una necesidad biológica del hombre, si durante un tiempo prolongado se priva de la eyaculación puede provocar problemas de prostatis o cáncer de próstata. ¡Bien! Que nuestros chicos eyaculen pero un poco más tarde.
Los masajes son casi un arte, sabiendo que la retención del esperma permite prolongar la erección y llegar a un clímax más intenso. Teniendo localizado el punto mágico en el perineo cuando el pene está erguido, aplicar presión (con delicadeza y cierta precisión) con el dedo índice y corazón, cambiará de dirección la energía de la eyaculación en unos segundos. Es una técnica bastante sencilla. La comunicación con la pareja es necesaria para saber en qué momento nos encontramos y cómo ir procediendo. Es cuestión de paciencia y dedicación. La recompensa es mayúscula.
Fuente: Blog Vivelsexo
A muchos hombres les causa cierta angustia y a muchas de nosotras, también. Me refiero a una eyaculación antes de lo previsto o deseado, sin ser eyaculación precoz. ¿Cómo podemos hacer que el sexo sea más placentero y controlar mejor la eyaculación, consiguiendo así el pene erecto por más tiempo?
Una opción son los masajes. ¿Recordáis el capítulo de Sex and the City en el que Charlotte invita a las chicas a una charla con una gurú del sexo? La actividad consiste en dar un placentero masaje al hombre hasta que eyacula. La finalidad de Charlotte no era simplemente la de otorgar placer a su pareja, pero quedémonos con la imagen con el masaje. En otra ocasión, Samantha se “encapricha” de su monitor de yoga. Él le dice que no puede mantener sexo convencional puesto que practica el tantra. Ella decide aprender sobre el tema, él le explica los beneficios del control de la energía y que consigue un placer inmenso, dejando de lado las penetraciones y la eyaculación.
La idea que todos tenemos a priori sobre el tantra es de gran placer. Es una práctica milenaria de origen oriental. El pilar del tantra es la erección. En el tantra la respiración debe ser pausada, la penetración suave, sin prisas y posponiendo la eyaculación, en la medida de lo posible. Es importante que tengamos claro que la premisa final no debe ser el orgasmo. El premio es todo lo que lo acompaña, todo aquello que sucede antes y después. El objetivo del tantra es llegar al éxtasis en sesiones de tres horas. Jugar con toda esa energía y todas esas sensaciones que nos arrastran más allá de los límites conocidos. Imagina como vives la excitación de uno de tus habituales encuentros. Perfecto. Multiplícalo por varias horas.
Se habla de que parte del éxito reciente y que se llenen páginas respecto a cómo conseguir erecciones más duraderas viene dado del ritmo de vida al que estamos sometidos. Por el cual cada vez buscamos pequeños refugios de paz y de autenticidad. El ambiente en el que estemos cobra especial importancia, debe ser cómodo, invitar a la relajación, una iluminación cuidada y cerciorarse de no tener interrupciones.
El contacto con la pareja y la estimulación erógena es esencial, evitando siempre la estimulación genital. Besos y caricias únicamente hasta llegar a la penetración. Llegado a este punto, los movimientos serán mínimos para poder sentir los cuerpos unidos. Cuando el hombre note la eyaculación cercana deberá respirar para retrasar al máximo el momento. Realmente es complicado y a parte de un control absoluto de la respiración la musculatura implicada también tiene una gran responsabilidad.
Hablamos del lingam o representación del dios Shivá, relacionado con el falo. Por lo tanto, el pene. Así el pene y no es solamente la parte visible, sino que la musculatura púbica que lo sostiene e incluso el lingam llega un poco más hacia dentro, hacia la próstata y el ano. Se extiende desde la punta hasta el lugar en que se une a los testículos. En realidad, continúa a través de los testículos, siete centímetros y acaba en el ano. Durante las relaciones, estos siete centímetros responden de la misma manera que el resto del lingam, se hinchan y se hacen duros y extremadamente sensibles a la estimulación.
Cuando el lingam se eleva es porque está copado de sangre y ésta es retenida en el órgano por la contracción de los músculos compresores y eyaculadores, así mantienen la erección. Después de la eyaculación, los músculos se relajan, la sangre vuelve a su lugar y el lingam se ablanda. Estos músculos bulboesponjosos hacen que el pene se endurezca tirando de él hacia adelante y hacia arriba. Cuanto más potentes sean, más enérgica será la elevación. Además como envuelven la base, ayudan a retener la sangre en el pene, por lo que mantienen la erección. El tantra busca y trabaja fortalecer estos músculos. Y la forma de hacerlo es haciendo ejercicio.
Los ejercicios son similares a los que podemos hacer las mujeres. Lo primero es tomar conciencia de todos e ir contrayéndolos. Intentar hacerlo por separado. Jugar con el esfínter anal, con el perineo y con los del lingam. Se pueden hacer en cualquier parte, en cualquier momento. Con la práctica puede llegar a disociarse el movimiento de unos y otros.
Ahora que ya tenemos claras cuáles son las bases del tantra y cómo funciona el pene, vamos a desmitificar algunas cosas. El objetivo es llegar al éxtasis retardando la eyaculación. Retardar no significa eliminar. Es una necesidad biológica del hombre, si durante un tiempo prolongado se priva de la eyaculación puede provocar problemas de prostatis o cáncer de próstata. ¡Bien! Que nuestros chicos eyaculen pero un poco más tarde.
Los masajes son casi un arte, sabiendo que la retención del esperma permite prolongar la erección y llegar a un clímax más intenso. Teniendo localizado el punto mágico en el perineo cuando el pene está erguido, aplicar presión (con delicadeza y cierta precisión) con el dedo índice y corazón, cambiará de dirección la energía de la eyaculación en unos segundos. Es una técnica bastante sencilla. La comunicación con la pareja es necesaria para saber en qué momento nos encontramos y cómo ir procediendo. Es cuestión de paciencia y dedicación. La recompensa es mayúscula.
Fuente: Blog Vivelsexo